Instrucciones

1. En un bol, ponemos la harina, los huevos y un buen pellizco de sal y lo mezclamos hasta tener una masa compacta.
2. Presionamos, formamos una bola, la envolvemos con film y la metemos en la nevera. La dejamos entre una y dos horas.
3. Pasado ese tiempo, la pasamos por la máquina de hacer pasta, haciéndola cada vez más fina. Es recomendable pasar varias veces por cada medida.
4. Cuando tiene el grosor que queremos, la extendemos en la encimera enharinada y la dejamos reposar 20 minutos, volteándola cada 5.
5. Mientras preparamos el relleno. Cocemos en abundante agua hirviendo el bogavante durante tres o cuatro minutos. Lo retiramos y le sacamos la carne de la cola y las pinzas.
6. Con la cabeza y los restos, hacemos un caldo. Lo ponemos en un cazo, lo cubrimos de agua, salpimentamos y podemos aromatizar con ajo y laurel. Lo dejamos media hora aproximadamente. Pasado ese tiempo, colamos, añadimos la nata y lo dejamos reducir.
7. Por otro lado, ponemos una sartén al fuego con un chorrito de aceite y pochamos la cebolla y el ajo bien picado y salpimentado. Cuando la cebolla empieza a transparentar, añadimos la carne del bogavante también picada. Removemos y reservamos.
8. Para los ravioli, pintamos una de las tiras de masa con huevo batido, añadimos una cucharada del relleno dejando distancia para poder cerrarlo bien. Lo cubrimos con otra tira de masa del mismo tamaño, presionamos para sacar todo el aire que podamos y, finalmente, formamos los ravioli.
9. Los cocemos en abundante agua hirviendo durante cuatro minutos y emplatamos. En la base del plato, ponemos una capa del caldo, después los ravioli y, finalmente, un poco de pimienta, unos copos de guindilla, una hoja de laurel y un chorrito de aceite.