¡Hola! El fin de semana del 6, estuvimos en un blogtrip en el Cerrato, una comarca singular de Palencia. Una región extensa, con constantes cerros que dejan un paisaje muy original.
Llegamos el viernes y nos estrenamos con una cena en el Mesón el Cerrato (Tariego). Una carta extensísima, con todos los clásicos, incluida la sopa con costra, los caracoles, las mollejas o el lechazo. Mención especial a los postres, donde Yovana González, la cocinera, tiene más margen para demostrar su talento (más fotos).
Nos alojamos en El Portal del Cerrato (Venta de Baños), una antigua casa de labranza enorme, construida en 1949. Se alquila en su totalidad y caben un par de familias. Horno de leña, brasas, plancha. Comedor enorme. Ideal para cocinillas.
Al día siguiente, nos acercamos a Baltanás. Primero, visitamos el Museo del Cerrato. Después, una breve cata de sus quesos. Y, por fin, sus impresionantes bodegas bajo tierra. Los cerros próximos a los pueblos de la zona son como quesos de gruyere. Túneles y túneles, ahora mayoritariamente merenderos, pero bodegas en su día.
Antes de comer, nos pasamos por una de las muchísimas yeseras que se ven en todos los cerros de la zona. Los ojos del Cerrato. Antiguas minas de yeso que han dejado un paisaje muy curioso y unas construcciones impresionantes. Para tirarse una tarde entera haciendo fotos.
Comimos en La Cuesta del Acedo (Valdecañas). Un restaurante relativamente nuevo, con una carta corta, muy equilibrada. Tiene todo lo que hay que tener. Cecina de corzo, espárragos de Tudela, un pollo de corral guisado enorme y sabrosísimo. Acabamos con la madre de todas las torrijas (más fotos).
Después de un breve descanso, fuimos a montar en burro, asnos de raza autóctona zamorano-leonés. Toda una experiencia. Muy curioso que un agricultor, Luis Cantero, con más pasión que visión de negocio, empezase con cinco burros y tenga ahora más de veinte en su Centro de Ocio Los Caños. Pasamos una tarde muy divertida y disfrutamos de unas cervezas en el porche, mientras atardecía.
Paramos en el avión de Antigüedad (así se llama el pueblo), antes de ir a cenar a La Posada del Cerrato (Baltanás). También con los clásicos. Mollejas, costillas, buñuelos de bacalao o lechazo churro. Todo el viaje se basó en la cocina del lugar, lo que me parece excelente (más fotos).
Empezamos la mañana del domingo con una visita a la iglesia visigótica de San Juan de Baños, en pie desde el año 661. Pronto a lo nuestro, lo gastronómico, en la Bodega Remigio de Salas Jalón. Con tres siglos de historia, además del frío de sus cuevas, se siente el tiempo. Amada de Salas, y su madre Pilar Ortega, conservan la pasión por el vino y son protagonistas fundamentales de la DO Cigales (más fotos).
Antes de comer, nos acercamos a conocer la Fiesta del Corpus de Cevico La Torre. Muy peculiar. Y acabamos en Casa Chesmy (Tariego). El sol caía con fuerza, pero el jardín del restaurante es casi un oasis. Infinidad de entrantes, cecina, salpicón, ensaladilla, rabas, croquetas, espárragos, escabeches. Guisos, carnes y pescados de segundo. Un flan tremendo para acabar (más fotos).
De todo lo que probamos, que fue mucho, me quedo con la sopa con costra. Ya sabéis que, en todos los viajes, pregunto por una técnica, un utensilio y una receta. La sopa lo tiene todo. La tecnica para la costra, el utensilio podría ser la cazuela de barro y la receta, esta. A ver qué os parece mi versión. Abrazos.
Sopa de ajo con costra
Ingredientes
- 1,5 l de agua
- 2 huesos de jamón
- 8 dientes de ajo
- 100 g de tocino entreverado/jamón
- 1/2 de pan de pueblo
- 25 g de pimentón dulce
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Instrucciones
- Ponemos una olla al fuego, con los huesos de jamón y cuatro dientes de ajo majados.
- Por otro lado, en una sartén, ponemos el resto de ajos laminados y los freímos en aceite de oliva hasta que empiecen a dorarse. Retiramos del fuego y añadimos el pimentón, removemos bien y, cuando coge color, lo volcamos en la olla.
- Doramos el tocino cortado en dados en una sartén y lo añadimos.
- Finalmente, cortamos el pan en láminas finas y lo incorporamos. Dejamos a fuego lento hasta que esté bien sabroso. Una media hora.
- Pasado ese tiempo, volcamos la sopa en una sartén y la ponemos al fuego hasta que se evapore el caldo y nos quede una costra en la base. Unas dos horas a fuego muy lento.
- Al servirlo, en la propia sartén, le damos la vuelta y lo troceamos.
Tiempo de preparación: 20 minuto(s)
Tiempo de cocción: 2 hora(s)
Número de comensales: 4
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Todo empezó en 2007. Mi tío, que por entonces nos divertía con su blog «Desde Mi Cocina», me envío un vídeo de Robert Rodríguez. Resulta que el conocido director de cine, en los extras de sus DVDs incluía vídeo recetas. Se le veía en casa, preparando una cochinita pibil. Era un formato informal, directo y breve, pensé que algo parecido podría funcionar en youtube. Subí mi primer vídeo, una receta de tortilla de patatas, se hizo viral y aquí seguimos. Desde Tarragona, compartiendo recetas y experiencias gastronómicas de todo tipo.
Me parece una sopa genial, aunque es poco «soposa» más acaba siendo una torta. Habrá que probarla.