¡Hola! La semana del 1 de julio participé en el #PicotaTrip. Una visita al Valle del Jerte para conocer de primera mano todo lo relacionado con su cereza y, especialmente, de su famosa picota.
Carla Royo-Vilanova, Jacobo Pérez, Paco Becerro, Cristina Martínez y yo mismo viajamos Madrid-Cáceres para empezar por todo lo alto, comiendo en el Restaurante Atrio.
Con la visita tan reciente al Restaurante Les Cols, otro dos estrellas michelin, las comparaciones son inevitables. Curiosamente, tienen muchas otras cosas en común. Atrio obtuvo el Premio FAD de arquitectura en 2011, en Les Cols están nominados este año. Así que ambos son locales singulares. Los dos cuentan con habitaciones (Atrio es Relais & Châteaux) y son regentados por parejas donde uno lleva las riendas de la cocina y el otro se encarga de la sala.
Evidentemente, también tienen grandes diferencias. Les Cols cuenta con un espacio para celebraciones y banquetes que marca su modelo. Atrio tiene una de las mejores bodegas del mundo.
Como era de esperar, las cocinas son también muy diferentes. Las dos tienen presente el producto de proximidad y los restaurantes están a casi 1000 km de distancia, así que los ingredientes que marcan sus menús son sustancialmente diferentes.
En Atrio el menú tenía como protagonistas los productos de la tierra y, especialmente, la cereza. El Bloody Mary fue algo espectacular. Su cocina es de sabores reconocibles, muy bien combinados, con emplatados cuidadísimos que no responden sólo a criterios estéticos, lo cual es de agradecer. Os dejo unas fotos del menú.
La bodega es como de otro planeta. Su tesoro más preciado es un Chateau d`Yquem de 1806 con una historia muy peculiar. Tras comprarlo, se fracturó la botella al manipularla, perdiendo parte de su contenido. Rápidamente se desplazaron a Francia, donde Madame Garbey, enóloga jefa, se encargó personalmente de supervisar el cambio de botella. Al ser más grande, se rellenó con perlas de cristal, lo que hace que su aspecto sea muy peculiar. Os dejo también unas fotos de la bodega.
Antes de coger carretera hacia el Valle del Jerte, disfrutamos de un peculiar show de coctelería acrobática, en compañía de Rafa Prades y Rosana Domínguez. Viven en Cáceres y era una buena oportunidad para verse. Siempre está bien coincidir con buenos bloggers gastronómicos.
Al día siguiente amanecimos en el Balneario Valle del Jerte (Valdastillas). No eran las diez y ya subíamos al monte a ver recoger cerezas. Al ser una fruta tan delicada, no intervienen procesos mecánicos hasta el envasado. Hay que recogerlas una a una. Temprano, para que el fruto no esté caliente.
Una vez en la cooperativa, se enfrían para que conserven más tiempo sus propiedades y se envasan el mismo día de su recogida para que lleguen a los puntos de distribución en el menor tiempo posible.
Las peculiaridades de la picota la hacen una cereza única. Sólo se produce en el Valle del Jerte. Su carne es dura, el hueso grande y su sabor intenso. Personalmente, me encanta la fruta con una temporada tan corta. Hace que la esperes con ganas y la disfrutes sabiendo que durará poco.
Tras la visita a la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, comimos en el Restaurante Garza Real en Valdastillas. Cocina tradicional con toques de modernidad. Os dejo unas fotos del menú, que también estaba dedicado a la cereza, como no podía ser de otra manera.
Por la tarde disfrutamos de un tratamiento de cerezaerapia en el balneario. Qué cosas se hacen :-) Y rematamos el día con la cena en el Restaurante Valle del Jerte La Sotorriza. Muy rica la ensalada de naranjas y cerezas con pimentón dulce. Os dejo fotos del menú completo.
El miércoles tuvimos ocasión de hacer una visita a la reserva natural de la Garganta de los Infiernos. Lugar idílico con vistas espectaculares y una alfombra de orégano por todas partes.
Fueron tres días intensos. Aprendimos mucho, comimos bien y nos reímos bastante, que es muy sano. Nos llevamos unas excelentes picotas, pero tenía el viaje a Suiza y hasta ahora no he podido grabar receta, así que no he utilizado picotas. Espero que os guste. Abrazos.
Gazpacho con cerezas
Ingredientes
- 6 tomates rama maduros
- 150 g de cerezas (mejor picotas)
- 1 pimiento verde pequeño
- 1 cebolla tierna pequeña
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de vinagre de vino tinto
- Pimienta negra molida
- Sal
Instrucciones
- Lavamos y deshuesamos las cerezas y las ponemos en el vaso de la batidora. Añadimos el tomate pelado y troceado, el pimiento y la cebolla. Lo aliñamos con aceite y vinagre, lo salpimentamos y lo trituramos bien.
- Probamos para rectificar de sal o aceite, si hace falta, y lo pasamos por un colador fino para descartar pieles de tomate o cereza y las semillas de los tomates.
- Lo podemos servir con un poco de albahaca para decorar.
Tiempo de preparación: 5 minuto(s)
Número de comensales: 4
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Todo empezó en 2007. Mi tío, que por entonces nos divertía con su blog «Desde Mi Cocina», me envío un vídeo de Robert Rodríguez. Resulta que el conocido director de cine, en los extras de sus DVDs incluía vídeo recetas. Se le veía en casa, preparando una cochinita pibil. Era un formato informal, directo y breve, pensé que algo parecido podría funcionar en youtube. Subí mi primer vídeo, una receta de tortilla de patatas, se hizo viral y aquí seguimos. Desde Tarragona, compartiendo recetas y experiencias gastronómicas de todo tipo.
Hola, llevo tiempo leyendo tus recetas y viendo tus videos y, realmente me gusta lo que haces. Sin embargo, he de decir que en este caso creo que cometes un error al poner por nombre gazpacho.
Me «ofende» en cierta medida que se hable de gazpacho cuando se añaden otras frutas al tomate. Un gazpacho debe de llevar tomate, pepino, pimiento, cebolla, ajo, aceite y vinagre y, dependiendo de lo espeso que salga un poquito de agua.
No digo que no esté bueno tal y como dices, pero si se le añaden otros ingredientes deja de ser un gazpacho para ser otra cosa, es igual que cuando se habla de salmorejo y se le añaden frutas, o pepino, o pimiento, o incluso agua. Un salmorejo sólo debe llevar tomate, ajo, pan y aceite, si lo aliñas con un poco de vinagre esta bien, pero siempre poca cantidad.
Solo quería decir este pequeño comentario, un saludo y gracias por tus recetas.
Tenemos la piel finica, eh…
(de la RAE)
gazpacho
(Quizá del ár. hisp. *gazpáčo, y este del gr. γαζοφυλάκιον, cepillo de la iglesia, por alus. a la diversidad de su contenido, ya que en él se depositaban como limosna monedas, mendrugos y otros objetos)
Con eso ya basta.
Pero siempre hay a quien no le basta.
Potaje de cerezas, si te parece.
Creo en la evolución del lenguaje tanto como en la evolución de la cocina.
Por otro lado aquí nadie le ha llamado gazpacho «a secas» a esta receta, para mi queda muy claro el título: Gazpacho con cerezas
De hecho la combinación del tomate con frutas dulces es excelente!
Hace unos dias leía precisamente que el gazpacho es anterior al descubrimiento de america, y que por lo tanto asumir que debe llevar tomate y pimiento no tiene sentido.
http://www.gastronosfera.com/2013/07/gazpacho-la-bebida-isotonica-tradicional/
En los USA esos, desde lo años 30 del pasado siglo comercializan una mezcla líquida de vegetales V8 (http://en.wikipedia.org/wiki/V8_(beverage)) que siempre me supo a lo más parecido a un gazpacho, sin el aceite ni el ajo, que se pueden añadir a voluntad.
Hasta permite un «bloody Mary» para desayunos resacosos :-)
Si hasta en mi familia, que somos cordobeses, hay una eterna discusión de si el gazpacho lleva o no pimiento y cebolla…