La cuina catalana del Restaurante Hostal Colomí

Fachada del Hostal Colomí de Santa Coloma de Queralt

El Hostal Colomí abrió sus puertas en 1947 de la mano de Josep Camps y Pepita Franquesa en el centro de Santa Coloma de Queralt. Con los años fue creciendo y cambiando de ubicación hasta instalarse definitivamente, en 1994, junto al castillo de la villa. Hoy lo gestionan Rosita y Nati Camps, junto con Pep Camps, que mantienen una cocina catalana tradicional, basada en producto cercano, guisos de siempre y la brasa como elemento central. Un restaurante que ha evolucionado sin perder el espíritu familiar ni las recetas que lo hicieron célebre. Cuina catalana at its best.

Algunos segundos míticos del Hostal Colomí de Santa Coloma de Queralt

Madre estaba un poco chof porque padre ha estado unos días ingresado, así que, para levantar los ánimos, lo mejor era que me invitase a comer. Aguantó estoicamente el viaje, porque hasta el Hostal Colomí tenemos casi dos horas entre ida y vuelta, pero sabía que le iba a gustar. Con el menú de 25 euros, entre semana, te ponen en la mesa porrón de vino blanco y tinto, agua y pan. De primero me pedí un plato de carn d’olla, es decir, la sustancia de la escudella, nuestro cocido catalán. De segundo, un mix: manita y carrillera, con su fruta y patatas fritas. Finalmente, mi postre preferido, un músico. Un menú que le levanta el ánimo a cualquiera.

Pan y porrones en el Hostal Colomí de Santa Coloma de Queralt

Así se presenta la mesa: un aceite de oliva virgen extra marca de la casa, un vinagre de garnacha, unas rebanadas de pan y dos porrones, uno con vino tinto y otro blanco. Tradición pura.

Carn d’olla del Hostal Colomí

La carn d’olla es el conjunto de carnes y verduras que se cuecen para preparar la escudella, nuestro cocido tradicional. Suele llevar ternera, gallina, butifarras, tocino, huesos y verduras como col, zanahoria o puerro; aquí también la servían con garbanzos. Una vez hecho el caldo, todo ese contenido sólido se sirve como segundo plato. Sencillo, contundente y muy típico de las comidas familiares y festivas de Catalunya. En Navidad, con “galets”, es imprescindible.

Manita y carrillera del Hostal Colomí

Entre muchas otras especialidades, se pueden pedir manitas con ciruelas y piñones y carrilleras de cerdo al horno con su guarnición, o mitad y mitad, que fue lo que escogí. Una maravilla, especialmente si te gustan los guisos de siempre.

Músico del Hostal Colomí

Finalmente, los postres: clásicos de la cocina catalana como la crema catalana o mel i mató, pero yo soy de músico, así que no hubo sorpresas.

La Nati, con las brasas del Hostal Colomí

No voy a decir que sea mi restaurante preferido, pero igual es mi restaurante preferido.

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