Anthony Bourdain estuvo el año pasado en Beirut, grabando uno de los episodios de No Reservations. El primer restaurante que visito, Le Chef.
Siempre me gustó su criterio de selección. Protagonismo absoluto para la cocina tradicional del lugar, pero sin miedo a mostrar cocinas más modernas.
En el caso de Le Chef, una apuesta segura. Un histórico con décadas dedicadas a la cocina local. Un sitio pequeño y estrecho en uno de los barrios más modernos de la ciudad. Con una combinación equilibrada de turistas y clientes locales.
La carta es corta, como más me gusta, con algunos platos del día escritos a mano. Suele ser buena señal. Precios por encima de la media, totalmente asequibles y probablemente consecuencia de la zona.
Como es habitual en Beirut, es sentarte y que llegue el pan de pita y los encurtidos, en este caso, aceitunas, pepinillos, pimiento y rábanos frescos.
Para empezar, nos pedimos un tabbouleh y un hommos. Para beber, un par de cervezas locales. Suaves, pilsen de trago largo.
El hommos servido de la forma tradicional, con la crema formando un hoyo que rellenan con garbanzos enteros. No fue el mejor que probamos, pero todos los que probamos estaban ricos.
El tabbouleh, en su versión más tradicional, es un plato para el que hay que estar preparado. Las hierbas frescas, en crudo, conservan toda su fuerza y textura. Me gustó más a mi que a Ana. La verdad es que es un plato que puede llega a cansar.
De segundo y para compartir, habíamos desayunado fuerte, nos dejamos recomendar y nos sirvieron un cordero relleno con arroz de acompañamiento. Un guiso potente, muy sabroso. No me acabó de gustar ninguno de los arroces que probamos, en general, algo pasados de punto.
La gastronomía que más me gusta es la que está más amenazada. Y es precisamente esta cocina, sin sofisticaciones, la que para los mayores es la de toda la vida y está lejos de ser icónica, internacional o con tatuajes.
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Todo empezó en 2007. Mi tío, que por entonces nos divertía con su blog «Desde Mi Cocina», me envío un vídeo de Robert Rodríguez. Resulta que el conocido director de cine, en los extras de sus DVDs incluía vídeo recetas. Se le veía en casa, preparando una cochinita pibil. Era un formato informal, directo y breve, pensé que algo parecido podría funcionar en youtube. Subí mi primer vídeo, una receta de tortilla de patatas, se hizo viral y aquí seguimos. Desde Tarragona, compartiendo recetas y experiencias gastronómicas de todo tipo.