¡Hola! Como bien sabéis el brunch, acrónimo a partir de la unión de breakfast y lunch, se sirve entre la hora de desayunar y la hora de comer. Originalmente, era un menú de fin de semana, ideal para cuando no hay que madrugar, con una más que probable resaca, siendo demasiado tarde para desayunar y demasiado pronto para comer.
Con el tiempo, el éxito del formato ha animado a muchos locales a ofrecerlo a todas horas.
Para evitar colas, nosotros empezábamos el día con un buen desayuno, comíamos ligero y nos sentábamos para cenar. Así que entre las ocho y las nueva caía brunch.
Veselka, 144 2nd Ave, New York, NY
Descubrimos el Veselka por casualidad. Pasamos un día por delante y nos pareció que los platos tenían buena pinta. Justo ese día, me lo recomendaron por Instagram.
Como se puede leer en su web, en Veselka han estado sirviendo comida ucraniana tradicional en el corazón del East Village desde 1954. Nada más y nada menos.
En realidad, echando un vistazo a la carta, es una cocina adaptada a los gustos locales.
Ana optó por un par de tostadas de pan de molde jalá que hacen allí, acompañado de mermeladas y mantequilla.
Después de darle unas cuantas vueltas, me decidí por un par de huevos over easy, es decir, huevos volteados para que cuaje levemente la yema, un pancake de patata, parecido al rosti suizo, y dos salchichas típicas ucranianas, acompañado de una especie de compota de manzana. También me animé con un muffin de arándanos, tienes la opción de pedirlo abierto y tostado con mantequilla y decidí probar. Todo muy rico.
Para beber, Ana un capuccino que ocupaba media mesa y yo, algo que me encanta, refill o bottomless coffee, es decir, café de filtro que te van rellenando a medida que vas bebiendo. Un gran invento.
Nos trataron muy bien, probablemente porque confundieron a Ana con Audrey Tautou. Y eso que se lo desmentí a la camarera.
Para los trabajadores debe ser duro, pero es genial que abra 24h. Con todo no llegó a 18 dólares más propina.
The Comfort Diner, 214 E 45th St, New York, NY
Como se puede leer en wikipedia, se consideran comfort food los platos con un valor nostálgico o sentimental, típicamente muy calóricos y de preparación simple. Con esa idea nos acercamos a Comfort Diner.
Todo fue divertido hasta que nos sirvieron la comida. El local es como un viaje en el tiempo. Colores chillones, neones y café con relleno y zumo con cualquier desayuno. El rollo nostálgico lo tiene.
Ana se pidió un bagel, enorme y muy seco. A los huevos rancheros los llaman south of the border. Tenía un buen recuerdo del año pasado, cuando los pedí en San Francisco. Los sirven con una tortilla crujiente, patatas, frijoles negros, queso, salsa y crema agria. Ni de aspecto, ni de sabor, se acercaban a los que disfruté en San Francisco.
Como siempre, antes de ir leí muchos comentarios y la verdad es que fueron bastante desorientadores. A muchos les parecía un oásis en la jungla. Probablemente porque se han movido poco por la ciudad o porque les ha pillado cerca o simplemente porque con un café y cualquier cosa para comer, les va bien.
No me gusta dejarme llevar por los comentarios negativos. En esta ocasión, tendría que haber hecho caso a la que lo describía como Discomfort diner en yelp.
Había pensado en excluirlo, pero ya que lo grabamos…
Pagamos 23,95 $ más la propina que, en esta ocasión, no fue especialmente generosa.
Jack’s Wife Freda, 50 Carmine St, New York, NY
Está en todas las listas de los mejores brunch de la ciudad y no me extraña. Es todo perfecto. Demasiado para mi gusto.
Tienen dos locales, uno en West Village y otro en SoHo. Son bastante parecidos y optamos por el que está junto a Joe’s Pizza.
Una decoración cuidada, pero simple, camareros modernos, todo sonrisas, una carta completa y platos limpios. Y cuando digo limpios, me refiero a equilibrados y muy bien presentados.
Ana probó un shakshuka a base de tomate verde, con 2 huevos al horno y una tostada de pan jalá. Simple y muy sabroso. Yo un Mediterráneo con 2 huevos over easy, ensalada picada, labne, aguacate y pan de pita. Un plato entretenido, donde la guarnición es tan importante como los huevos, una idea que me gusta mucho.
Como no, agua no limit y bottomless coffee. Como era muy pronto, estábamos sobreatendidos. Es decir, pasaban constantemente a ver si queríamos más agua o más café. Siempre con muy buen rollo. Ana fue feliz.
Por todo pagamos 34 dólares más propina.
Lafayette Grand Café & Bakery, 380 Lafayette St, New York, NY
La panadería y café Lafayette es el único que repetimos. Básicamente porque la primera vez que fuimos lo hicimos sin cámara y pensamos que valdría la pena grabarlo.
Tiene cartas diferentes para desayuno, brunch, comida y cena, así que la oferta es tan impresionante como el local. Es enorme, decorado al detalle, con dos espacios, uno más informal, con mesas altas con taburetes, y un comedor con mucha luz, techos altos, madera y espejos por todas partes.
Para entrar al comedor, hay un pequeño mostrador en el que debes esperar hasta que un camarero te acompaña a la mesa. Da una idea de lo lleno que debe estar en hora punta. A las ocho y media de la mañana la cosa estaba muy tranquila.
Ana por fin se dio cuenta que era mucho mejor pedir bottomless coffee que un capuccino que no te rellenan. Lo sirven con leche aparte y puedes pedir que te la traigan caliente, con lo cual, acabas teniendo café con leche no limit. Por cierto, a mi me encanta el café de filtro y este estaba especialmente rico.
Optamos por la cesta de pastas. Un croissant de almendras, una napolitana, un par de madalenas y un buen pan, servido con confitura y mantequilla de Vermont. Todo excelente, aunque la dosis de azúcar es algo excesiva. Igual se puede pedir a medida. No preguntamos.
Por todo pagamos 30 dólares más propina. El próximo lo dedicaremos al cheesecake.
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Todo empezó en 2007. Mi tío, que por entonces nos divertía con su blog «Desde Mi Cocina», me envío un vídeo de Robert Rodríguez. Resulta que el conocido director de cine, en los extras de sus DVDs incluía vídeo recetas. Se le veía en casa, preparando una cochinita pibil. Era un formato informal, directo y breve, pensé que algo parecido podría funcionar en youtube. Subí mi primer vídeo, una receta de tortilla de patatas, se hizo viral y aquí seguimos. Desde Tarragona, compartiendo recetas y experiencias gastronómicas de todo tipo.