¡Hola! Siempre es bueno que se incorporen nuevas voces a lo que podríamos englobar como gastronomía digital. Pero cuando se incorpora alguien que proviene de un medio tradicional, sucede un fenómeno muy curioso.

Me explico. Los profesionales de los medios tradicionales, televisión, radio y, especialmente, prensa, se han resistido bastante a dar el salto al mundo digital. Eso de que “todo el mundo pudiera opinar” no acababa de encajarles. Hasta el momento, ellos tenían la exclusividad de la opinión. En casa, en el bar, con nuestros amigos, podíamos opinar, pero la trascendencia de nuestras opiniones era la que era.

Los profesionales de esos medios se convirtieron en personas muy influyentes. Eran LOS PRESCRIPTORES. Así, en mayúsculas.

Al dinero siempre le ha interesado controlar lo que se opina, así que fueron comprando medios y a sus profesionales, que se dejaron comprar.

La cosa iba bien. Las empresas estaban contentas porque controlaban lo que se decía de ellas en los medios y los periodistas vivían bien.

Internet ha cambiado muchas cosas. Entre ellas el control de la opinión. Tal y como está evolucionando la red, parece que acabarán recuperando ese control, pero de momento, se disfruta de bastante libertad.

Vamos ya con el fenómeno al que me refería en el primer párrafo. Hace ya bastantes años que los bloggers gastronómicos estamos por aquí. A algunos les gustó y nos trataron bien. Otros no han tenido más remedio que hacerlo. Por último, hay un grupo que se resiste a nuestra existencia y hace el ridículo una y otro vez.

Pues bien, cada vez que un profesional de los medios tradicionales se apunta a la gastronomía digital, ya sea con un blog, una web o una página de facebook, tiene una gran acogida en ciertos entornos. No suelen tener impacto, es decir, se les lee poco y, sin embargo, se les conceden entrevistas, se les invitan a todo tipo de eventos y se les recibe con alfombra roja.

¿Por qué? Pues porque son comprables. Se puede confiar en ellos porque no van a publicar nada que “moleste”.

No quiero acabar sin señalar que estoy generalizando. Ni todos los bloggers tenemos un comportamiento intachable, ni todos los profesionales de los medios tradicionales se han vendido.

Vamos ya con el pulpo, que se nos enfría. Abrazos.

El Cocinero Fiel

Todo empezó en 2007. Mi tío, que por entonces nos divertía con su blog «Desde Mi Cocina», me envío un vídeo de Robert Rodríguez. Resulta que el conocido director de cine, en los extras de sus DVDs incluía vídeo recetas. Se le veía en casa, preparando una cochinita pibil. Era un formato informal, directo y breve, pensé que algo parecido podría funcionar en youtube. Subí mi primer vídeo, una receta de tortilla de patatas, se hizo viral y aquí seguimos. Desde Tarragona, compartiendo recetas y experiencias gastronómicas de todo tipo.