¡Hola! Nuevo blogtrip, este llevaba por título #InMontseny y se trataba de conocer todo lo que ofrece este espectacular parque natural.

Era un super blogtrip de cinco días, pero yo pude acercarme sólo un par. Llegué el martes por la noche, con tiempo para hacer un rápido check-in y disfrutar del paseo en carro entre el Hotel Can Vila, donde nos alojábamos, y el Hotel Can Marc, en cuyo restaurante cenamos.

Aquí tenéis las fotos de la cena. Tienen diversas propuestas, pero la que nos presentaron es «sorpresa». Al comensal se le pregunta por gustos y alergias y, después, van llegando platos. Es arriesgado, pero tiene su punto.

Como he comentado y veréis en el vídeo, nos alojamos en el Hotel Can Marc. Muy bien, la verdad. Si entráis en su web veréis que están especializados en equitación. Un tema que a mi no me interesa nada, pero que seguro que hay algún aficionado por ahí.

Tras un buen desayuno, fuimos a ver el CircCric. Había como un millón de niños, todos muy felices. Además, tuve ocasión de cruzar cuatro palabras con Tortell Poltrona, el payaso más famoso de Catalunya, que estaba ahí, dando el callo.

De allí, fuimos a comer a El Romaní, en Breda. Un restaurante de cocina tradicional. Y sin siesta ni nada, nos subimos al Castell de Montsoriu, en Arbucies. Ya os digo que andaba muy liado de trabajo y una llamada telefónica me despistó y me quedé fuera. Pero bueno, esperé a la sombra de una buena encina.

Aquello era un no parar. Del castillo fuimos al Celler Serrat de Montsoriu, en Sant Feliu de Buixalleu. Vimos la bodega y, como no, probamos sus vinos. Un proyecto pequeño y muy pasional. Ver viñas en medio del Montseny no es algo muy habitual.

Por fin, tuvimos un ratito de descanso, algo más de media hora antes de salir hacia el hito gastronómico. La cena era en el Restaurant Les Magnòlies, en Arbucies. Una propuesta de vanguardia, única en los alrededores, bastante equilibrada y con un final más que digno, con su ya famoso postre de gin tonic. Os dejo aquí unas fotos.

Dormimos en el Rural Montseny (Gualba) y, al día siguiente, nos dimos una rápida vuelta por el pueblo. De allí, en autobús a ver de cerca el Montseny. Hay que tener en cuenta que era un blogtrip para bloggers de viajes, así que para ellos eran más interesante las experiencias entre comidas.

Comimos en el Xalet de la Coromina, en Viladrau. El menú era un «homenaje» a Serrallonga, un conocido bandolero catalán del siglo XVII, nacido en el pueblo. Ensalada de truchas, lentejas y cordero… Vamos, que nos pusimos las botas de nuevo.

Hasta aquí mi experiencia en #InMontseny, breve pero muy intensa. Espero que os haya gustado. Abrazos.

Hotel Can Vila
Ctra. del Montseny, km. 7,5.
Sant Esteve de Palautordera (Barcelona)

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